¿Es su forma, su color, su olor, es su tacto, o tal vez su aura? Te invito a que te pares a observar un árbol, por ejemplo, un edificio, una flor o una silla, cualquier objeto te sirve para este ejercicio.
¿Qué es lo que te hace percibir algo como bello? ¿Te lo has preguntado alguna vez?
¿Es casual La Belleza?
Decían los griegos que la belleza se define como la armonía de las partes con el todo, y es precisamente en ese conocimiento de las partes y su relación con el todo, donde está la raíz de la belleza, y de la virtud. La belleza era para los griegos, la perfección, la proporción y la armonía.
Entonces, según este principio, ¿podemos decir que todo es bello? Si la proporción es la base de todo y si intelectualmente la belleza se define como la armonía de las partes con el todo ¿puede considerarse cualquier cosa como bella?
En la Escuela nos enseñaron que la proporción es eso que cuando está no se nota, pero que cuando no existe enseguida se percibe.
Dicen que el gusto es libre, pero yo no lo creo, hay cosas que son bellas por naturaleza y otras que no y no pasa nada, hay personas con una percepción de la armonía innata y otras que no, y no pasa nada, existen aquellas a las que ni siquiera les interesa y tampoco pasa nada, y también están las que hacen todo lo posible por aprenderlo. Si eres de estos últimos, quizá puedas empezar a percibirlo solo con pararte a mirar desde otro lugar, desde ti, observando qué sensaciones te transmiten las cosas que miras y advertir qué hay desde allí.