Oficina Baylos I. Madrid.
Qué quería el cliente:
Reformar un despacho de abogados que necesitaba un cambio.
Reto:
Minimizar gastos imprevistos y acelerar la disponibilidad del espacio para ejercer la actividad de la empresa cuanto antes.
Crear un hilo conductor en el interiorismo de las 4 plantas.
Muchos condicionantes espaciales, una distribución muy marcada.
Cómo era el espacio:
4 plantas de 50m 2 cada una de una casa unifamiliar en El Viso.
Valores del cliente:
Calidez, coherencia, orientación al cliente.
Qué solución propuse:
Cuando las personas buscan los servicios de un abogado, suelen estar enfrentándose a pérdidas, conflictos personales y profesionales y otras situaciones difíciles, así que busqué que se sintieran arropados gracias a:
1- la madera presente en las 4 plantas, material que disminuye el estrés;
2- la luz natural, que aumenta la producción de la hormona de la felicidad;
3- el diseño evocador y minimalista de la recepción, que es donde el cliente se hace una
primera impresión de la empresa.
Utilicé la calidez y suavidad de la madera, elementos y formas simples, un jardín central muy verde y la luz del sol que recibía cada planta para lograr un despacho en el que apeteciera quedarse y que transmitiera ese cuidado por las personas.
En lo que al concepto creativo se refiere, logré crear un hilo conductor entre las 4 plantas: la planta baja debía ser la zona en la que recibir a los clientes y la parte más noble; el resto de plantas serían zonas de trabajo, pero todos los espacios debían sentirse parte de un todo para que el cliente se sintiera arropado y en las mejores manos. Por eso, respeté la arquitectura del edificio que marcaba que el concepto tenía que ser vertical, por lo que la escalera era el punto de unión entre espacios y personas.
Como decía, la práctica legal es, en sí misma, un proceso frío —leyes, jurisprudencia, jueces, etc.— que quise contrarrestar diseñando un entorno cálido y cercano para que los clientes se sintieran seguros.